Motivar el cambio de comportamiento

Nuestros “modos de empleo” son, ya por tradición, un botador terrorífico, pero en la medida en que uno aborda los que acompañan a los productos durables, a menudo caemos en el espanto. Los “hay que hacer” son contra productivos, así como las culpabilizaciones y los discursos terroríficos del tipo “hay que proteger el planeta”, o mejor aún “hay que proteger el futuro de nuestros hijos”, que se han vuelto insoportables y hacen huir a todo el mundo. ¿Dónde quedó nuestra creatividad? Hay que dar ganas y no obligar. La evolución virtuosa consiste en educar y no en informar.

¿Buen o mejor uso?

Si fabricamos un producto sano para el hombre y bueno para la naturaleza, acompañamos a nuestro Cliente para que sus cualidades sean preservadas. Pero también podemos ir más lejos y ayudar a nuestro Cliente a optimizar las cualidades del producto.

¿Cómo motivar a nuestros clientes para que cambien su comportamiento en cuanto a la utilización?